Lo de “Amaros los unos a los
otros” no es propicio de la época. Ahora estamos en un mundo en el que solo
cabe el egoísmo desmedido, el quitarse la piel unos a otros y ser un referente de
actitudes que cuestionan lo incuestionable. Amaremos a Dios sobre todas las
cosas y correremos un tupido velo para que nadie pueda ver la lujuria de
vanidades que hacen al ser humano lo menos humano de este mundo. Si usted se ve
aquí, ya sabe que rectificar es de sabios.
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