La vida cambia a pasos
agigantados y te encuentras todos los días con nuevos escenarios donde la
diversidad pone el punto álgido a la constancia de este desenfreno. Afrontarlos
es el reto y obviarlos es vivir en el desierto de muchos habitantes. A
un paso de la Cuaresma voy a procurar que las letras no dejen heridas y así
evitar la intranquilidad de la conciencia. En esta época de recogimiento solo
cabe la oración, asistir al culto, no pecar y evitar penitencias.
Lo de no pecar es muy difícil.
ResponderEliminar