UNA LLAMADA DE MARIO

Termino de recibir una llamada de MARIO, y me alegra oírlo porque lo primero que me dice es esto: "Ya duermo como tú, en una casa con luz y agua". Es que eso MARIO es lo menos que debe tener un ser humano, y bien mereces esa luz y el trago de agua y no otros tragos, y he querido entenderle que paga 5 euros diarios, que para él es una fortuna, seguía diciéndome MARIO, "como estás hombre", y tu señora, y el abogado, todos bien amigo. Le digo que el Domingo nos veremos, aunque ya era conocedor de que así será. Me comenta que la próxima semana trabajara para que otro lo explote. 30 euros al día, y quince para el que le busca la faena, "menuda faena". La verdad es que ha sido una buena noticia, eso de dormir bajo techo me deja tranquilo, lo que no me deja tranquilo es saber que no tiene ni un euro, y pagar la casa puede ser un problema. ¡Que nobleza tiene este MARIO! Me contaba hace unos días que quería mandar dinero a su familia, y él no puede comer. Que le gustaría tener un teléfono para llamarme, lo primero no es fácil, lo segundo tiene solución. Nos vemos amigo.