Cuando se van sumando errores y no se rectifica, al final el error alcanza dimensiones tan desproporcionadas, que cuando quieres rectificar, puede ocurrir que te rectifiquen. Que es distinto a ratificarte. Esto es un arma de doble filo, y cuando secciona, te puedes dar por muerto. Me cuesta muchísimo trabajo que allá políticos y funcionarios, tan proclives a la metedura de pata, y tan necios en el error. Pero más me cuesta ver, que ese deterioro que se ve se oye y se siente, no haya nadie capaz de corregirlo. Con lo cual el equilibrio entre unos y otros, queda compensado, y descompensado. Al final todo queda en casa, en casa de: la soberbia. Que no es precisamente un modelo de inteligencia.
MÁS DE LO MISMO DEL ANTERIOR DEBATE. GALLARDÓN COMO DICE EVENCIO, ESTUVO PLETORICO DE TRANQUILIDAD, Y JUGO CON ARMAS QUE MATAN AL ADVERSARIO
ResponderEliminarEstos eso de rectificar les cuesta mucho, son capaces de cometer errores de cualquier tamaña y a cualquier precio.
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