Muchas
cosas imaginaba John Lennon a través de su canción, y todas ellas encienden la
oscuridad del paraíso que solamente imaginas, porque imaginar un mundo sin
posesiones sería vivir en una libertad absoluta; imaginar que el hombre
prescinde de la codicia sería codiciar el bien del prójimo e imaginar un mundo
sin hambre -se me va el hambre de pensarlo-. Así transmitía John Lennon esa
canción que es una maravilla. Imaginaba, además, la hermandad del hombre, un
mundo sin ‘caines’ y un mundo de todos. “Tú puedes decir que soy un soñador”, decía,
“pero no soy el único”. Y el mundo termina su canción, diciendo: “vivirá como
uno solo”. Aunque ese mundo es una utopía, al menos nos queda tu canción, llena
de alma y sensibilidad, lo que precisamente, no hay en este mundo.
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