No sé si hablar de la república constitucional, del repúblico ANTONIO GARGÍA TREVIJANO, de la Sra. "Diez" que bebe los vientos de ROSA, de la inversión temporal en el estudio de las 7 chacras, del nivel psicológico, emocional y espiritual, y si me apuran, de los cinco principios del REIKI.
Hablar de política local conlleva efectos secundarios de épocas primitivas, y ver a primitivos en el siglo XXI, es regresar a mundos que pueden arrebatar la estabilidad de los estables. Por lo tanto sería bueno hablar de la relatividad de ENSTEIN que está a punto de su caducidad, o parar el piano del amanuense y escuchar la novena de BEETHOVEN. Mientras suena la música del compositor, me relajo leyendo un artículo de EL AMANTE DEL TANGO, cuya sabiduría apaga a primitivos y enciende la luz al mundo de la fauna animalística, y en esa espiral del epicentro del talento y la soberanía de la inteligencia, decido darme una ducha de REIKI, para quedarme purificado y reactivar la energía.
Yo creo que si algo te sobra es energía, no es fácil que te la sesguen ni con posturas que dejan al descubierto actuaciones arbitrarias que rezuman venganza.
ResponderEliminarCuando se habla con la claridad que tu hablas, es la garantia del veto. Eso ocurre aquí porque este no es un Gobierno DEMOCRÁTICO. Pero tu ya estás curado de la nobleza de los innobles.
ResponderEliminarHay primitivos y primitivas.
ResponderEliminarEvencio: Lo que tienes que hacer es anunciar el partido, pero con un par de huevos.
ResponderEliminarEL reiki es una formula de encontrar nuevos mundos más sanos.
ResponderEliminarDe todo lo que dices,particularmente dejaria de lado "la ducha de reiki" y leeria al maestro Trevijano,un autentico pensador que hace mas minusculos aun a los politicos actuales.
ResponderEliminarFdo:El amante del tango
EL reiki es el recondito de la paz.
ResponderEliminarEL Amante del Tango, debe entender, que no sólo de pan vive el hombre.
ResponderEliminarEs evidente que El Ammante del Tango es una persona de sabiduría, pero utilizar la prepotencia lo predispone a no alcanzar la grandeza.
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