La solidaridad con los inmigrantes es deprimente. Por lo visto no se dan cuenta que los inmigrantes son PERSONAS. Y las personas tienen el derecho a vivir con dignidad. La que le niegan los amantes de lo digno. Pero si son capaces de no utilizarla para los nuestros, es obvio que para los demás sean insensibles ante sus problemas. El ser humano es así. Rebosa de estéril humanidad. Es penoso el camino que tiene que recorrer esta gente, todo son trabas, limitaciones, obstáculos para que la contrariedad sea la mochila del viaje. No cabe el estorbo de un ser humano, si cabe que los dignos sean el estorbo.
Estoy contigo.
ResponderEliminarEl pobre siempre está bajo el yugo del rico.
ResponderEliminarL a situación actual es de enorme complejidad, entiendo a Evencio porque el es un defensor del pobre, pero en nuestro país tenemos una ruina que invita a pensar las cosas. Pero hay derechos que no se pueden ningunear a nadie.
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