El beato MARIANO ya puede rezar
para repetir el milagro de Jesús de multiplicar los panes aunque restemos los
peces. No veo otra solución al quebrado Estado. Pero creer en milagros ahora
mismo es una penitencia cruel, tan cruel como los que ya no pueden comer pan. Y
a corto plazo pasará a la historia por la meritoria labor de convertir al país
en un erial, para que viva el empíreo del yermo. Después de ver los
presupuestos del Estado tengo la sensación de que moriremos hartos de
hambre.
Poeta:
ResponderEliminarTienes razón en todo, menos en una cosa: a Rajoy lo puedes llamar "Mariposón", "Señor No", "Maricomplejines" o de otra manera un poco más "fina" (que es como lo conocen por su tierra natal). Pero creo que lo de beato a él (precisamente a él) no le cuadra (a muchos y muchas de su gobierno y de su cuerda sí que les cuadra, y bien que les cuadra).
Saludos.
La realidad es triste y dura de pelar. Esta situación que vivimos es de armas tomar. Y el problema es que no hay arreglo a la vista, más bien nos quedaremos ciegos esperando la solución. De auténtica pena.
ResponderEliminarRajoy lo que deberia hacer es convocar elecciones, engañar al oueblo es algo que no se puede admitir, pero el problema seria a quien votamos.
ResponderEliminar