ESPERANZA AGUIRRE dice adiós a MARIANO el impasible, y
le deja, la independencia de Cataluña, el rescate, manifestaciones, un partido
que hace aguas, y un Gobierno que mantiene la incertidumbre para mantener con
sus indecisiones evidentes riesgos. La política liberal, ha sido la claridad en
la espesura de su partido, donde predominan las sombras y el oscurantismo. Dos
antagonistas de la vida política, una audaz y otro oscilando entre la
vacilación, y la vanagloria de una retórica oxidada.
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