Créanselo,
MARIANO es Embajador del Vaticano en España, pero en ningún caso Presidente del
Gobierno, la sensación que tengo después de perder el tiempo escuchándolo es, que
es un timo en toda regla. No es creíble y se le nota la inseguridad,
y preso está de vacilación, titubeo, duda, indeterminación y dubitación. Y con
este panorama de inestabilidad e indecisión, es imposible que este Gobierno nos
pueda sacar del atolladero. Yo no me lo creo. Ni el tampoco.
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