“Me gusta el viento. No sé por qué, pero cuando camino contra el viento,
parece que me borra cosas. Quiero decir: cosas que quiero borrar.” (Benedetti).
El trayecto de la vida tiene secuencias que
inducen a la reflexión y en ese momento mágico donde sopla el céfiro, hallas el
diario de la vida, páginas en blanco y negro, los acordes del silencio y el
ruido que no borras. Y en ese camino con el paso lento, la brisa del viento nos
sumerge en la poesía para encontrar en ella lo que el tiempo no borra.
Querido Evencio, tengo el honor de recibir en mi mail cada uno de sus post. Sabe usted que siempre le animo a escribir más poesía y dejar de dar carnaza a los politiqueros y politiqueras de pueblo que tenemos en esta GRAN CIUDAD.
ResponderEliminarHace ya días que no escribía, pero hoy tras leer esta frase del amigo Mario he sentido una alegría inmensa en mi corazón y la sensación de cura del alma que produce la comprensión de nuestra naturaleza.
Todo pasa porque tiene que pasar, no hay más, bueno si, la impermanencia de la cosas como lo único permanente, ya que todo está sometido a una fluidez constante que hace que cada segundo todo sea diferente.
Le doy las gracias por ser luz y amor, no todos pueden verlo, eso lo sabemos usted y yo, pero lo aceptamos, igual que aceptamos que tras la noche llegue el alba.
Le doy las gracias por seguir valiente y honesto con sus ideas, pues no hay nada más ejemplarizante que ser uno mismo y no pretender ser un discurso.
Hoy vi amanecer, la luz, el dulce piar del gorrión y mi pensamiento por alguna sierra cercana, dándome un paseo y mirando lo que no alcanzaré a ver.
Gracias, amigo, hermano, maestro.
Estimado amigo: Mario es otro mundo y de otro mundo. Al menos que las gotas de sus letras nos salpiquen y la piel note el placer de lo único. Un abrazo y tengo presente tu mensaje.Que mañana veas amanecer, ver la luz y escuchar el dulce piar del gorrión paseando por la sierra con tus piernas y tu pensamiento. Gracias por la esencia de tu
Eliminarcomentario a la que no estoy acostumbrado.