Al paso que vamos, habrá que coger como en tiempos antiguos, la canasta o la banasta de mimbre, y ponernos a mendigar por esas esquinas que quizá estén ya hipotecadas, por otros adelantados de la miseria. Con tanta ufanía por los recortes, el temor y la desconfianza de los ciudadanos adquieren tintes prioritarios de sufrimiento. Esta patraña de gobernantes, saben lo justo, para ser sabios de su propia torpeza.
Yo creo que muchos ya están en esos tiempos. Y como dices las esquinas se cotizaran caras porque lo que se avecina es de armas tomar.
ResponderEliminar