El paro cobija
al que hace uso de la libertad de expresión, -no siendo el mal menor-, es el pan con fecha de caducidad.
Es el desfallecer con el paso del tiempo, la cruz a cuestas de unos demócratas
torticeros, que hacen del poder la fórmula mágica que establece parámetros para
que unos puedan vivir, y otros conozcan la penitencia por haber osado levantar
la bandera de la libertad. Tener opinión es inhabilitarte de cuchara.
En Torrent a 17 de Noviembre de 2013.
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