Cuando se crítica con nombres y apellidos, se produce una
alteración lógica de los afectados. Pero esa reacción puede ser beneficiosa, si
se entiende el toque de atención. Y si lo es, yo seré el primero en
reconocerla. En la vida política hay excelentes personas, pero esa excelencia,
en muchos de los casos, no se lleva a la práctica de la política, porque ser
buena persona, no garantiza ser buen político, y aquí es donde yo pongo acento
a esa falta de aptitud. En ningún caso, este blog pretende hundir a nadie. Pero
si es conveniente hacer un acto de reflexión, para saber en realidad donde se
encuentra cada uno. Aquí no hay cruzadas contra nadie, hay respeto. Pero la
crítica no puede ni debe tener barreras, la libertad de expresión es la
vida de la democracia, “y yo no
pienso enterrarla”.
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