jueves, 7 de noviembre de 2013

TODOS NO SON NADA

Después de la última cena, se demuestra (no hacía falta)  que Jesús Ros solo le hace sombra su quijotesca figura,  creer  en otra cosa es perder el tiempo. Hay esforzados en seguir al pie de la letra sus mandamientos, para que al mismo tiempo se inhabiliten. Y ver a tanto incapaz junto resulta tétrico, tanto arrodillado cuestiona la capacidad, independencia y los valores morales de cada uno de ellos, y tanto sumiso al amo causa estupor y vergüenza ajena que es la peor de las vergüenzas. He dejado de creer en todos, porque todos no son nada

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