Soy cristiano de la
política y ateo de los políticos. Es lo que aflora en mi
conciencia, mala tendría si pensara otra cosa. Es la naturalidad de ver las
cosas sin cataratas en los ojos y trasparente criterio. Para creer en
ellos hay que hacer un esfuerzo
sobrehumano y, a estas alturas de la vida, no está uno para hacer derroches
baldíos. Es la consecuencia de ver la avaricia de estos nómadas de paraísos
fiscales. Por aquí en el pueblo se nota el “fresco”.
"FRESCOS" LOS HUBO Y LOS HAY.
ResponderEliminarEs un colectivo: INCREÍBLE.
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