Una oleada de sentimientos me trae esta tarde a esta página blanca,para dejar en ella, la impronta del recuerdo. Tiempos pasados que marcaron lo sublime de una época, para desempolvar aquellos momentos de la vida, que dejaron vivencias irrepetibles, y que en estos días de nostalgia, se adueña la memoria de la magia y me transporta a los tiempos de la mili.
Aquel tiempo perdido, era una prisión, sin haber cometido ningún crimen. No sé si bien reflejado ese tiempo, servir a la patria era una cuestión de obediencia debida, de lo que nada estábamos hipotecados. Tuvo sus frutos, y lo sublime era encontrar al amigo para siempre. Yo tuve esa suerte, y a lo largo de los años mantengo la amistad con ANDRÉS SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, o la persona que tiene, ALMA.
En este largo recorrido, en esta travesía del tiempo, hemos asistido a, la transición, cambios políticos, el 23F, gobiernos socialistas en plena decadencia de la moral, la corrupción permanente durante sus mandatos, la privacidad de sus crisis en gestiones de torpeza supina, el apogeo de la siniestralidad de la economía, y el azote del mayor desempleo de la época democrática. A pesar de ello, seguimos creyendo en Dios. FELIZ AÑO AMIGO.
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