INDIGNO

Estamos en el año de los recortes, de medidas severas para enriquecer la pobreza, eso se llama ingenio de políticos expertos en materia de lo indigno. Solo falta congelar el alma. Habrá que hacer un monumento al talento de tanta mediocridad. El caos es un mérito de los que gobiernan, y de los que permiten desgobiernos capaces de la insidia. Procaces ellos, viven en la opulencia para regodearse de la miseria humana. Y desde tanta altura son incapaces de ver el rastro humillante que dejan, los que viven en la opulencia de comedores sociales. Aquí hay un “grito de rebeldía, ante tanta injusticia”. “Un grito de solidaridad con los dependientes, y con todos aquellos privados de las necesidades más perentorias”. “Esas capas sociales que necesitan el abrigo de quienes pretenden congelar los estómagos”.”Seré yo el que, de mitin en mitin, elevaré la voz en defensa de aquellos ciudadanos marginados del calor y el color de la sensatez, para embriagarme de dignidad”. Y lo haré en este pueblo, mirando a la cara a las personas y sin más antifaz, que la claridad meridiana. Ni me asusta la derecha ni la izquierda, porque ni unos ni otros tienen legitimidad moral para dirigirse a nadie. Caducados de honestidad, y de engaños permanentes, mi respuesta será tan dura, como duro es tener que soportar a tanto inútil y desvergonzado.