Después de las medidas tomadas por el Gobierno, el socialismo estará aparcado muchos años en el "ostracismo". Las secuelas afectan a todo el territorio patrio. Y pensar en socialismo, es tan sencillo, como no pensar. Dejar asolado al país social y económicamente, invita a reflexionar, para darse cuenta de la magnitud del descalabro. Los padres del bienestar social, no eran tales, un sarcasmo, mas justo, timadores de los ciudadanos.
Y lo que sería razonable y justo, es congelar las subvenciones a los partidos políticos y sindicatos. Demasiada sensatez. Y no hay tanta.
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