D.
Francisco Cubas no sale a veces indemne de aviesos
comentarios y aguanta el chaparrón con el sabio
silencio. No es una eminencia de la política pero sabe administrar la sapiencia
con prudencia, educación y respeto. Siempre es bueno tomarse nota de las buenas
formas para poder emplearlas y distinguirse del que no las sabe utilizar. Y
hablando de eminencias, la gris está
muy extendida.
No es una eminencia pero las virtudes que remarcas hacen limitar minusvalías y el mero echo de ser persona equivale a lo que carecen los demás. Estoy de acuerdo con la descripción que haces de D. Francisco.
ResponderEliminarNunca sacará el pie del tiesto D. Francisco Cubas porque eso pertenece a los que atropellan la razón.
ResponderEliminarNo es un político mediático -otros hay que se dejan la vida para serlos- pero si un hombre que trabaja en silencio, con orden y como dice Evencio con educación, prudencia y respeto. No es mala carta de presentación.
ResponderEliminarLo que debe hacer el prudente, respetuoso y educado es marcharse a casa y dejar el cargo público que le viene grande. Entonces hablaríamos de otra cosa.
ResponderEliminarEs posible que esos adjetivos sean ciertos pero no quita para que sea también el hombre de las sombras y recovecos. No es trigo limpio.
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