No sé si Jean Paul Sartre
definió con el título de su obra “El ser
y nada” a esta sociedad en el
precipicio de ilimitadas carencias. Sartre, que habla de la libertad y el
derecho a ejercerla con responsabilidad, me lleva a escoger de su trilogía la
obra: “La muerte en el alma” y hacer
de su ateísmo la creencia de que la libertad de los pueblos nace para que el
hombre haga de su talento la cárcel de su destino.
O nada ser.
ResponderEliminar¡Impresionante!
ResponderEliminarEste post de Evencio es escribir más allá de lo que se escribe.
ResponderEliminarEn otra dimensión.
ResponderEliminarEl verbo en su esplendor.
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