No hay ciencia sin
imaginación, lo que supone que los políticos estén en el exordio de ella. Y si en ese proemio estuvieran, sería un
milagro de Dios. Pero dejemos el prefacio y abramos la puerta a la realidad y
en el umbral nos encontramos con la carencia de la inventiva, creatividad y
visión de estos aristócratas de medio pelo. Desde este observatorio se ve, a ciencia cierta, el desconocimiento y
la desértica imaginación.
Maestro, si alguien leyendo tus comentarios a diario, en los que a leguas mil se aprecia un corazón siempre presto a La defensa de Los más débiles, criticando todo lo criticable y viniendo esto de quien venga, no te ponen un monumento a la decencia, valentía y honestidad, es que estamos idiotas.
ResponderEliminarSi además esas cualidades no se aprovechan para servirse de ellas, es que estamos aún peor
Finalmente como El Bautista, Van Gogh y tantos otros, a ti y no a ninguno de nosotros, la historia reconocerá su gran aportación y valia
Estoy de acuerdo con el ánonimo 1:37. A Evencio le sobra imaginación y está dotado de lo que les falta a la mayoría de políticos: alma.
EliminarUn auténtico barbecho.
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