Bonito el desfile, allí estaban todos, y ninguno. Acogedor el momento. Su Majestad el Rey, resistió las inclemencias del tiempo (mucho calor), y con su tendón de Aquiles dando muestras de su dificultad para andar. Día de exaltación a las fuerzas armadas, de patriotas con enardecido calor, y yo me quedo helado. ADIÓS A LAS ARMAS.
Volvemos a lo de siempre, los militares jugando con sus "juguetes", exaltación del patriotismo, todo ésto recordando lo mas rancio del militarismo, en un empalagoso protocolo de presencia politico-militar, donde no faltó la evocación religiosa para los caídos, que supongo no sería si viviesen del agrado de todos.
ResponderEliminarSeria ideal ese titulo si se llevara acabo
ResponderEliminarTengo que acordarme de la toma de "PEREJIL" y lo ridiculo de aquella historia. Y el recordarme es por el gasto que supone mover ese tinglado al Estado. Estaría mejor invertido ese dinero en los funadamentales temas sociales.
ResponderEliminarNo tiene n razón de ser las guerras, pero es el hombre el que las hace, es el hombre que el hace bombas cada día más sofisticadas para matar mejor. El hombre no tiene solución.
ResponderEliminarLa cabra andaba muy bien.
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