martes, 11 de octubre de 2011

EL QUE IGNORA ES ESCLAVO DE SU PROPIA IGNORANCIA

Las malas artes y los silencios, son compañeros de viaje que degradan a los esclavos de los que ignoran. Mostrar tanta miseria es amotinarse en la sin razón. Y mostrar la sonrisa complaciente a corta distancia es un gesto que está lejos de complacer cuando se finge. Y eso mismo, habilita la vía por la que transita el regocijo de la maldad. Pero hay venenos que no matan.

4 comentarios:

  1. No sé para quien es la misiva, pero no tiene desperdicio.

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  2. Lo dices muy claro. El poder lleva consigo esos sintomas. Es la suficiencia del insuficiente. Una pedrada en la cabeza.

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  3. Ni mal que dure cien años.

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  4. La ignorancia es la representación de la maldad,pero hay personas que no siendo ignorantes la utilizan con más ingredientes.

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