No sé nada de aquel triunvirato famoso, CATEDRÁTICO, PROFESOR, Y ALUMNA AVENTAJADA. Eran otros tiempos, y aunque recientes, los tiempos eran otros. Al menos las puertas de los despachos permanecían abiertas. Hoy cerradas a cal y canto, trasmiten misterio y no sé si alguna película de terror. Demasiado estanco un lugar de libertad. Pero en todo caso se supone que es un lugar de trabajo, de culto a las estrecheces, de pensamientos petrificados, y de meditación para encontrar el aura de quienes dejaron, educación, respeto, tolerancia y formas, hoy deformadas. Buenas noches y descansen.
Como bien dices eran otros tiempos, pero eran tiempos en los que había concentración de sabiduría. Hoy el escenario de tu relato, es una escuela de párvulos.
ResponderEliminarSiempre hay que mirar al pasado, sin que eso signifique que sea el futuro. Pero ni el presente lo es.
ResponderEliminarOtro gallo cantaría si estuvieran ellos.
ResponderEliminarPor mi ya pueden volver
ResponderEliminarEl pasado aún cuenta.
ResponderEliminarDejaron lo que ya no es posible que dejen.
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