España sigue el proceso lento y agónico del camino hacia la tumba mientras se espera el 20-N como el día de la salvación nacional. A lo mejor el optimismo es el anexo de la esperanza. Pero en todo caso ser optimistas con un panorama desolador, puede ser la vía de una mejor respiración momentánea para que el colectivo muera contagiado por el virus de la "PESTE DEL POLÍTICO". Y ellos seguirán "AFORADOS" de virus y pestes y de juicios que puedan acabar en recintos estrechos, hechos a medida de delincuentes, de asaltos a gallinas para poder comer. Acogerse a esa inmoralidad, es establecer diferencias para que todos NO SEAMOS IGUALES, a pesar de que la constitución diga lo contrario.
LA PESTE POLÍTICA, HARÁ POSIBLE QUE NO SE SALVE NADIE.
ResponderEliminarEl que espere la salvación, que coja asiento.
ResponderEliminarNo es posible lo imposible.
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