jueves, 20 de febrero de 2014

DESDE EL AFECTO Y SIN ACRITUD - NAXO

Por este blog te paseo mi pluma con elegancia, señorío y altura. Piensa. Y tú has preferido  utilizar las redes sociales (en tu derecho estás), para que veamos la bajeza de quien preso de la libertad, trata de evitar su desahucio haciendo causa común con pasados que yo pensaba extinguidos. Me defraudas amigo. A las cosas hay que llamarle por su nombre. No es posible que en distintas ocasiones y de forma personal, me comentes que mi crédito lo avala mi objetividad, para que tenga que leer hoy lo contrario de lo que dices, ese sistema bipolar de criterios, y esa falta de equidad racional, hace posible la pérdida de la elegancia, el señorío y bajarte de la altura. No seas uno más, porque te convertirás en uno menos. En definitiva Naxo, lo que no quiero es ver las sombras del cara al sol. Y por último y lo más importante, es que encuentres en la cita de GANDHI, el camino que conduce a superar a los torpes. NO HAY QUE APAGAR LA LUZ DEL OTRO PARA LOGRAR QUE BRILLE LA NUESTRA. (GANDHI)










.


3 comentarios:

  1. Evencio.
    Elijo redes sociales porque puedo firmar con mi nombre y rostro, a pecho descubierto, sin miedo.
    Lo cortés no quita lo valiente, una cosa es reconocerte y dar las gracias sobre post dirigidos a mi persona hace algún tiempo, o el atino en algunos otros sobre la oposición o la percepción ciudadana de la situación actual a nivel general que te dije hace tiempo, y otra muy distinta es comulgar con ruedas de molino y no poder discrepar de tu deriva actual.

    Defenderé las posiciones que creo justas, y si por defender a un compañero que acusas de burdo y vulgar por la paradoja de utilizar el mismo lenguaje que tu utilizas en este blog en el que te atribuyes "elegancia, señorío y altura" me tengo que ganar una reprimenda a modo de post, bienvenida sea

    Hablas de que te defraudo, mas lo haces tu, y deja que te diga porque, ya que empezaste públicamente a publicar sin contrastar ningún tipo de información, te diré algo

    Siempre hablas de objetividad, permíteme que la ponga en duda, tengo entendido que el significado de la objetividad es “lo mas cercano a la verdad, con independencia de la manera de pensar o sentir” definición que no aplicas

    Respecto a NNGG hablas sin conocer (ya va algún post que otro) con el correspondiente riesgo de sesgo, presumes de buscar la verdad y no casarte con nadie, pero teniendo acceso a voces autorizadas y que viven día a día el entorno sobre el que pretendes escribir no las utilizas, no preguntas, no contrastas, das por buenas informaciones de una minoría, las haces tuyas y las magnificas.

    (Digo esto porque si yo fuese a escribir sobre un colectivo y tuviese la posibilidad de contactar con personas que tienen responsabilidades en el mismo, lo haría, para poder hablar con conocimiento de causa)

    Ya que has escrito públicamente sobre NNGG y no te has molestado en cambiar impresiones con los que podrían arrojarte luz (teniendo posibilidad de contactar conmigo) permíteme que públicamente diga que para mi también la DECEPCIÓN ES MAYÚSCULA.

    Obviamente no por ejercer tu derecho a la libertad de expresión (faltaría mas) dando rienda suelta a los dislates ociosos de una persona acostumbrada a observar desde la barrera y que divulga percepciones de una organización basándose en dos o tres testimonios a lo sumo sin preocuparse lo mas mínimo de averiguar la realidad de una organización que tampoco se ha preocupado por conocer mas.

    Es peligroso cuando el afán de notoriedad nos hace creer versiones a pies juntillas y no nos molestamos en buscar la verdad porque hay riesgo de que entonces no sea “jugosa”

    Todo esto lo digo desde el respeto, y pensando de verdad que si por dar una opinión en las redes sociales contraria a la tuya tengo que recibir tus palos, bueno, tengo la cabeza muy dura.

    Buenas tardes.

    ResponderEliminar
  2. Queda claro pero el post anterior es mío.
    Nacho Carratalá

    ResponderEliminar
  3. Muy bien Nacho Carratalá.
    Enhorabuena.

    ResponderEliminar