Vivir de espaldas a la
democracia, es estar en el submundo de la vida, y ciertamente tiene sus
habitantes. Aunque naturalmente cada uno elige el mundo que le gusta. A mí
personalmente me gusta la democracia, sin dejar de entender que el subterfugio
es el refugio de viejas doctrinas. Vivir al aire libre desintoxica, se ve el
cielo azul, y las estrellas que nos muestra el firmamento. No hay otras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario