Creer en el socialismo de Torrent,
es como creer en algo que no ves pero existe. La definición se ajusta a una
situación que mengua la fe de un colectivo preso de una involución, que lejos
de progresar vive aclimatado en la diversidad de lo único. Le hace falta a esta
Agrupación, una autocritica de arriba abajo, y sanear el interior de la
casa y la fachada. Y promover un acto de generosidad colectiva
prescindiendo de personalismos, y hacer un análisis profundo
de una situación que invita a la reflexión, porque la historia está por encima
de banalidades muy peculiares de unos y otros. La mediocridad hay que
apartarla, y cohabitar con la seriedad, el esfuerzo de todos, y dar una imagen
que acredite lo devaluado. Si eso encierra dificultad, este socialismo no
está en condiciones de convencer a la sociedad para empresas que le sobrepasan.
Si no se sabe ordenar la casa propia, y establecer pautas que generen
confianza, las urnas estarán llenas de vacío.
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