Escribir
con elegancia, dejar las letras perfumadas y trasmitir el latir de ellas es
conquistar la vida de la narrativa. A veces te desborda la pasión y las manos teclean con entusiasmo
buscando en la sequedad del ingenio la
esperanza de que el alma encuentre su cuerpo. “Alma que ha de morir de una fragancia de un suspiro, de un verso en que
se ruega, sin perder, a poderlo, la elegancia”. Alfonsina Storni. El tiempo
del amor es un momento eterno, la mariposa aletea, el céfiro viento es la brisa
del mar que acaricia la tierra y, el tiempo, insaciable de nuestro tiempo, nos
invita al adiós sin tener tiempo. No
tienes tú la culpa si en tus manos mi amor se deshojó como una rosa: vendrá la
primavera y habrá flores… el tronco seco dará nuevas hojas” Alfonsina Storni.
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