Después
de las elecciones catalanas veo al PP en un estado de shock, perplejo, inmóvil,
desnortado y con un espíritu lúgubre que va invadiendo a todos y cada uno. Le
supera la realidad porque no son capaces de asumir el impacto demoledor que sufrieron
y ese camino lleva a la pérdida de autoestima. El futuro se presenta complejo y
sin reacción se irá minando la paciencia de los afiliados y la merma de
confianza. De esa situación el beneficiado tiene nombre: Ciudadanos. Con lo que
respecta a Torrent la dinámica no será diferente aunque hay que precisar que
aquí no hay una Inés Arrimadas, en cuyo caso el PSOE puede tener -si las cosas
se hacen de forma responsable y seria- dividendos de la resta.
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