“El cielo puede esperar”, pero es impaciente. Seguimos
navegando en las aguas turbias de hecatombe conocida. Y vivimos desorientados
entre aplausos, gratitudes, solidaridad, sabios, ceremonias de comunicación con
algún cable suelto y sabiendo lo que pasa sin saber. ¡Cuántos pasar por sabios
han querido (con citar a los muertos que lo han sido! Tomás De Iriarte.
Sabio es el que sabe
ResponderEliminarPero este mundo está lleno de tantos que creen saber lo que nada saben
Soberbia y orgullo de los que opositaron para intelectuales de la tierra, y en el terreno propio se quedaron