jueves, 16 de abril de 2020

PARA REFLEXIONAR


                                                                                                              
En estos tiempos de trilla de letras, opiniones, criterios, doctrinas y pulso a los acontecimientos que devengan muertes que tensan y encogen la piel, me estaba acordando de “La rebelión de las masas”, de Ortega y Gasset por aquello que hace posible que las masas hagan del coronavirus la rebelión al miedo. Extraigo de un artículo del filósofo José M. Martínez, “Una razón vital que comienza a despertar”, que raya en la excelencia, una cita de Ortega que pronunció en una conferencia en Buenos Aires en el año 1940 y cuya vigencia hace que pensar: “Casi todo el mundo está alterado, y en la alteración el hombre pierde su atributo más esencial; la posibilidad de meditar, de recogerse dentro de sí mismo para ponerse de acuerdo consigo mismo de acuerdo y precisarse qué es lo que cree y qué es lo que no cree; lo que de verdad estima y lo que de verdad detesta. La alteración le obnubila, le ciega, le obliga a actuar mecánicamente en un frenético sonambulismo”. El articulista se hace eco de otra cita sublime de Ortega para evitar divagar y ser consciente de nuestro deambular constante: “La historia nos cuenta de innumerables retrocesos, de decadencias y degeneraciones. Pero no está dicho que no sean posibles retrocesos muchos más radicales que todos los conocidos, incluso el más radical de todos: la total volatilización del hombre como hombre y su taciturno reingreso la escala animal, en la plena y definitiva alteración”. Para reflexionar.

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