Sentido común, responsabilidad, gratitud, apoyo a la sensatez,
si la hubiera, y libertad de expresión. Son mandamientos para aplicarlos en la
actualidad. No son los mandamientos de la ley de Dios, pero cabida tienen en esa búsqueda incesante
de la coherencia. Aunque, bien pensado, se podrían plasmar aquí, y dejarlos en
esta sombra, para que no se marchiten los siguientes: quinto, no matarás,
séptimo, no robarás, octavo, no dirás falsos testimonios ni mentiras y décimo,
no codiciarás los bienes ajenos. Pensarán que faltan otros, pero la memoria a
veces confina la voluntad de la expresión.
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