En
mi pueblo esta noche se celebraba la procesión del SILENCIO. Así da gusto
permanecer en el origen patrio, sin ruidos, haciendo uso del respeto, callados y
al paso lento de una conmemoración sublime. Absortos entre luces y sombras
transcurre la noche con un fervor inusitado que genera sentimiento, lágrimas,
recuerdos y reina la paz aunque sea breve. Hay hermandad y se venera el efímero
tiempo de ancestrales e inolvidables tiempos. Lo transitorio esta edificado con
fe y buena voluntad. La fe y hermandad
que se echa de menos durante el resto del año. Se canta el PERDÓN sin que haya
constancia de que exista, y se entona la PIEDAD en el desierto de la buena
fe.
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