Flota en el ambiente “La
dictadora” por razones obvias y toma forma la célebre frase, renovarse
o morir. Levanta expectación esta situación y no menos
preocupación en la corte celestial de la Emérita, que nada
tiene que ver con el lugar donde van las
almas de los bienaventurados. Quizá estas cinco palabras resuman la
grandeza de quien pide paso entre las zarzas: “No tengo fuerzas para rendirme”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario