Entre el más allá y el más
acá, me seduce el más allá. Me da más miedo la vida que la muerte y no
tengo miedo a vivir. Las vivencias de la vida son el peaje en el que se asienta
la necesidad de aislarse de un mundo en el que, no estando a gusto, no tiene
sentido la existencia. Si lo nocivo es pasar página todos los días del libro
del tiempo, me cautiva el epílogo.
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