viernes, 3 de marzo de 2017

INDEPENDIENTE

  

La independencia no se gana bajo el paraguas de nadie y si supedita a la propia libertad. Cuando se quiere ser algo hay que estar libres de hipotecas, labrarse la autonomía que no ata y no ser uno más para ser uno menos. A estas alturas de la película me cuesta trabajo ver al ignorante con el cordón umbilical de su ignorancia y con el pie cambiado de un futuro en el trapecio. Hay que salir del letargo del infantilismo, saber con quién se está y cuál es el camino a seguir. En edad adulta no se puede vivir con el amargor de que te pongan el chupete con azúcar en la boca. Hay que rebelarse para que la dignidad no se muera y hacer valer la cita de Ortega: “Yo soy yo y mi circunstancia; y si no la salvo a ella no me salvo yo”

No hay comentarios:

Publicar un comentario