viernes, 27 de enero de 2017

ANDRÉS SÁNCHEZ HERNÁNDEZ



¿Qué tal, Andrés Sánchez Hernández? Aquí me tienes prisionero de las letras y sin posibilidad de que haya divorcio de esta unión. Mi cabeza…. estaba viajando por el país y de pronto hago una parada en Murcia, en la tierra de mi entrañable amigo, de buenos agricultores y garantes del arte de Cúchares. ¿Ahí roban los políticos? Pocas cosas te puedo contar hijo, salvo el frío que hace y pensando en los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina que estarán congelados. Francisco es un PAPA muy bueno hijo mío, tiene mil habitaciones en el Vaticano y estaba pensando en lo difícil que será el mantenimiento de ese Palacio. Los refugiados sin techo. Harto estoy, amigo, de la política, de la remilgada derecha de misa, procesión, cirio en mano y guante blanco para el sacrilegio del robo, de los de cien años de honradez…. ¿Sabrán lo que es eso?, de traidores patrios de salarios que estrechan los estómagos y la luz de la oscuridad. Estos fríos, hijo, me recuerdan los tiempos de Franco. ¿Qué estaremos de nuevo viviendo en dictadura? Quería decirte que los pobres que tengan que hacer régimen a base de verduras no tendrán más remedio que dejarlo, berenjenas, alcachofas y calabacillas ya son un lujo. ¡Qué país amigo!  ¿Sabes algo del BIENESTAR SOCIAL? ¿Dónde hay que apuntarse para apuntalarse por si dan algo? ¡No llores hombre! Si lo sé no te escribo, que aún te queden lágrimas es un milagro de Dios. Mariano está bien, hijo, no te preocupes por el que él no se preocupa de ti. Bueno hijo, te tengo que dejar porque el recibo de la luz no sé si podré pagarlo. ¡Qué arte el tuyo!   Mañana me tomaré un café a tu salud, ¿llevas algo suelto? Un abrazo. 

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