Cuando entras al almacén de
“CA LA MARE” y ves las estanterías llenas de alimentos: macarrones, fideos,
lentejas, judías, garbanzos, azúcar, leche, aceite y los frigoríficos llenos de
carne decae la ansiedad porque te hace pensar que las familias que allí se
acerquen no les faltarán la comida y se nota el alivio. GIOVANNA, que es un
volcán, junto a su marido, que es otro trabajador incansable, ha puesto en
marcha la fórmula que otros no saben, con el aliciente además de la
colaboración de las familias que de esta forma hace más llevadera la situación.
Ayer en mi presencia descargaron dos palets de zumos de naranja de un litro en
ese sin parar de la norma de la casa. En Torrent hace falta destapar el puchero
para que el plato de caliente alivie la sequía de estómagos.
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