viernes, 27 de enero de 2017

EN EL RECUERDO



Conocí un día veraniego en Pinedo a un rumano llamado Mario y me llamó la atención su porte sereno, respetuoso y amable. Las circunstancias de la vida hicieron posible que llegara a España para encontrase en tierra de nadie y vivir entre el calor que ahogaba y la asfixia de deambular por el mundo, como designio de una vida que merecía otra cosa (como tantas otras). Le perdí la pista porque son personas que viven con la inestabilidad permanente y como me dejó un buen recuerdo no quiero olvidar, aquellos momentos que compartí con él y a buen seguro estarán en su memoria. 

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