Jesús Ros es por derecho
propio, y no divino, la persona que tiene el don de la ubicuidad, está “en
todas las partes”. Su experiencia, sus años y sus conocimientos le hacen
aplicar la simpleza del sentido común y con ella viaja con la exigencia natural
de hacer una parada en todas las estaciones. Lo que no hace nadie.
Quisiera hoy hacer una referencia
a LOLA
CERVERA porque el protagonismo de la
distancia que ella ejercita equivale a estar cerca del lujo del saber estar.
Alejada de primeros planos, es justo reconocerle unas formas que no se pueden
obviar. Cuando en este mundo de ego y vanidades nos encontramos con la
sencillez y el silencio que no hace ruido, descubrimos el valor de los valores.
La razón es un preciado objeto de deseo. El premio que promete toda discusión. Todos dicen poseerla: el gobierno y la oposición, los padres y los hijos, los jefes y los empleados. En su nombre tratamos incansablemente de imponer nuestro criterio y decir siempre la última palabra. Resulta tan embriagadora, que a menudo la defendemos a costa del respeto y el sentido común. Sin embargo, no siempre cumple sus promesas de bienestar y satisfacción. Rígida e inflexible, siembra división, discordia y conflicto en todas nuestras relaciones. Y a largo plazo, termina por pasarnos una elevada factura.sr evencio respeto su opinión tan respetable como la mía. Pero intentar hacer que la noche salga el sol cosa difícil es y duro trabajo es dar coces al aguijón
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EliminarEl respeto a cualquier opinión es de obligado cumplimiento y aplicar el sentido común a las cosas significa no estar aislado de la razón ni ser dueño de ella. Pero escorarse ante la evidencia estaríamos hablando de la sin razón. “Hay una condición peor que la ceguera, y es ver algo que no es” (THOMAS HARDY).