Atrás queda la ya famosa
promesa del Hospital de Torrent, la Ciudad de la Justicia y cinco mil viviendas
que acreditan el engaño de un partido que está licenciado en la trampa y
artimaña. Y van a misa con devoción y a procesiones como demostración de ser
personas excelentes y sin pecado. ¡Ostia! Además sitúan la deuda del
Ayuntamiento al máximo que permite la ley. ¡Ostia! Llegar a la política para cometer estos
atropellos es de juzgado de guardia. Ahora tenemos el traído y llevado COMEDOR
SOCIAL que pasará a ser otra promesa incumplida y la
sociedad votará a PP o PSOE. ¡Ostia!
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